Pablo y Alberto aventura en Boston

lunes, 27 de mayo de 2013

Memorial Day

La razón por la que no escribí ayer es porque hoy lunes se celebra Memorial Day, en el que se recuerda a los soldados caidos en combate. Así que para que todo el mundo pudiese recordar muy conciencudamente, nos han dado un dia de fiesta, que se agradece bastante.
La familia con la que estoy viviendo este año se mudará a Florida cuando llegue el verano, por lo que se tienen que quitar de enmedio muchos muebles y trastos varios, así que hoy tocaba un buen día de Yard Sale. Como ya contó Pablo en una de las primeras entradas de este blog, allá por septiembre, las Yard Sales son una costumbre que tienen las familias americanas que consiste en poner en venta todo aquello de lo que se quieren deshacer y sacarlos al jardín para venderlo. Así que este lunes atípico, la hora de despertarse no ha cambiado mucho, ya que alrededor de las seis ya estaba en pie. A eso de las siete hemos empezado a sacar todas las cosas, y a las ocho estaba todo en su sitio preparado para ser vendido. El día ha sido más largo que un día sin comer, y el solazo se juntaba al escaso número de gente visitandonos (mucha gente se va fuera de puente) para hacerlo una experiencia bastante interminable. No digo que no fuese divertido, que ha estado muy bien, pero la verdad es que el día se nos ha hecho largo a todos los que hemos estado al pie del cañon. 
En la foto no se ve muy bien, pero había más cosas hacia la derecha, sobre todo de maquinaria que se utiliza para la nieve, que no se utilizará nunca jamás en el paraiso tropical de Florida. 



Pero el día habria sido eterno sin la compañía de una buena amiga. La hija de una vecina nuestra, que tiene 6 años y que pasa mucho tiempo en casa, se presento a las 8 a hacer compañia, y si no fuese por ella, me habría pasado toda la mañana tostandome al sol y muriendome de aburrimiento. Pero ella es un caso especial, un no parar. Jugamos a frisbee durante un buen rato y luego ella se empecinó en llevar un cartel a la calle para que los coches lo viesen y viniesen a la casa. Así que para allá nos fuimos, con cartel en mano. Aquí abajo os dejo un video para que os hagais una idea de lo que fue.


La experiencia, muy divertida, sobre todo por cosas tan graciosas como la vecina y sus saltitos para atraer a más clientes.

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