Easter

Hoy era Domingo de Pascua, y toda la familia se ha reunido para comer. No ha sido como Acción de Gracias, pero aún así se ha reunido un numero decente de familiares.
No sé muy bien como lo han celebrado las demás familias americanas, pero nosotros no hemos hecho lo de buscar los conejos, en vez de eso se han repartido unos pequeños regalos (dulces el 95%) y hemos comido todos juntos. Como buena tradición americana, la tele ha estado encendida durante toda la celebración, y aunque había toneladas de comida, me ha sorprendido que no se comía mucho, debe ser porque estoy acostumbrado a ingentes cantidades de comida en España. Así que he decidido hacer la guerra por mi cuenta y asaltar las fuentes de comida como si no hubiese mañana, algo que ha mi me parece lo más normal en un día festivo como este, y que me ha dejado sin ganas ni de cenar de lo lleno que estaba. Las horas después de que se fuese todo el mundo las he empleado en tirarme en el sofá viendo Homeland, que merece la pena anunciar en el blog debido al nivel de adicción que ésta me produce.
Como conclusión, me hace mucha gracia una característica de la gente de esta zona, que es la sequedad con la que se comunican. Me llamó la atención cuando el abuelo llegó a casa y dio la mano a sus nietos, como si no les hubiese visto nunca, o cuando la mayoría de hombres cogieron la comida y se fueron a ver un partido de hockey en el salón, quedandose viendo la tele sin decir palabra.
Estas cosas me descolocan todavía, creo que no estoy del todo acostumbrado, el gen europeo me pide hacer un poco de ruido y jaleo en las reuniones familiares más que ver la tele.